¿Qué es una hernia incisional?

Una hernia incisional ocurre cuando tejido abdominal protruye a través de una cicatriz quirúrgica previa. Esto sucede en un área donde la pared abdominal no sanó completamente después de una cirugía. Es un tipo de hernia adquirida y puede manifestarse semanas, meses o incluso años después de la intervención inicial.
Aunque cualquier persona con una cirugía abdominal previa puede desarrollarla, existen factores que aumentan el riesgo, como:
- Infecciones postoperatorias.
- Múltiples cirugías previas.
- Obesidad.
- Edad avanzada.
- Esfuerzos físicos excesivos durante la recuperación.
- Condiciones que incrementan la presión dentro del abdomen, como la tos crónica o el estreñimiento.
¿Cuáles son los síntomas de una hernia incisional?
Los síntomas más comunes de una hernia incisional incluyen:
- Un abultamiento visible en la zona de la cicatriz quirúrgica. Este puede aumentar de tamaño al ponerse de pie o al realizar algún esfuerzo.
- Dolor o incomodidad en el área afectada, especialmente con la actividad física.
En casos más graves, la presencia de náuseas, vómitos o dolor intenso podría indicar una complicación como la incarceración (cuando la hernia queda atrapada) o la estrangulación (una situación grave donde se interrumpe el suministro de sangre al tejido herniado). Estas requieren atención médica inmediata.
¿Cuándo es necesario un tratamiento quirúrgico?
La cirugía es el único tratamiento definitivo para una hernia incisional. Se recomienda la reparación quirúrgica en los siguientes casos:
- Hernias grandes que causan dolor o incomodidad.
- Hernias que crecen continuamente o que presentan un riesgo elevado de complicaciones.
- Hernias que limitan las actividades diarias del paciente.
- Hernias complicadas, como las incarceradas o estranguladas, que son emergencias quirúrgicas.
¿En qué consiste la cirugía de hernia incisional?
La reparación quirúrgica de una hernia incisional busca cerrar la abertura en la pared abdominal a través de diferentes técnicas. Las opciones principales son:
- Reparación abierta (Hernioplastia):
- El cirujano realiza una incisión en el área de la cicatriz para acceder a la hernia.
- El tejido herniado se reubica dentro del abdomen, y la abertura en la pared abdominal se cierra con suturas.
- Para reforzar la pared abdominal y prevenir la recurrencia, se utiliza una malla quirúrgica que proporciona soporte adicional.
- Reparación laparoscópica:
- Esta técnica mínimamente invasiva utiliza pequeñas incisiones y un laparoscopio (una cámara delgada) para reparar la hernia desde el interior.
- Se coloca una malla dentro del abdomen para cerrar la abertura y reforzar la pared abdominal.
- La laparoscopia puede ofrecer una recuperación más rápida y menos dolor en comparación con la cirugía abierta.
La elección de la técnica dependerá del tamaño de la hernia, el estado de salud general del paciente y la experiencia del cirujano.
¿Qué esperar después de la cirugía?
Después de la cirugía, es normal sentir algunas molestias en la zona operada, las cuales se pueden manejar con analgésicos recetados. La mayoría de los pacientes pueden retomar actividades ligeras en un par de semanas, pero es crucial evitar levantar objetos pesados o actividades que pongan presión en el abdomen durante varias semanas.
En el caso de las reparaciones laparoscópicas, la recuperación tiende a ser más rápida y con menos dolor en comparación con la cirugía abierta.
¿Cuáles son las posibles complicaciones?
Si bien la cirugía de reparación de hernia incisional es un procedimiento común y seguro, como cualquier intervención quirúrgica, existen riesgos potenciales. Las posibles complicaciones incluyen:
- Infección en el sitio quirúrgico.
- Formación de hematomas o seromas (acumulación de líquido).
- Dolor crónico en el área operada.
- Recurrencia de la hernia.
- Daño a los intestinos u otros órganos abdominales.
Tu cirujano evaluará estos riesgos y explicará las medidas que se toman para minimizarlos.
¿Es posible prevenir una hernia incisional?
Aunque no siempre es posible prevenir una hernia incisional, puedes tomar medidas importantes para reducir el riesgo de desarrollarla, especialmente después de una cirugía abdominal:
- Evitar levantar objetos pesados o realizar esfuerzos físicos importantes durante el período de recuperación.
- Seguir las recomendaciones postoperatorias del cirujano al pie de la letra.
- Mantener un peso saludable.
- Controlar las condiciones que aumenten la presión abdominal, como el estreñimiento crónico o la tos persistente.
Conclusión
La hernia incisional es una condición que puede aparecer después de una cirugía abdominal previa. La reparación quirúrgica es la única opción para tratarla de manera efectiva. Si presentas síntomas de una hernia incisional o notas un abultamiento en la zona de una cicatriz quirúrgica anterior, es crucial que consultes con un cirujano para evaluar tu caso y determinar el mejor tratamiento.